Papelitos de colores... el mundo y yo!

lunes, enero 08, 2007


Sigue rodando...

Feliz 2007!! Aunque hace mucho no reciban mis típicos mails, aún sigo viviendo en este planeta. El 2 de diciembre pasado arrancó la temporada en Deer Valley y yo comencé formalmente a trabajar en este país. Antes, vale la pena contarles brevemente cómo fueron mis 3 primeros días en USA porque son memorables. Si pensaban que los imprevistos y el vértigo los había dejado en Europa, no fue así... me siguen donde quiera que vaya.
Unas líneas aparte para expresar mi inmenso agradecimiento para todos los que tan bien me trataron y mimaron en Madrid (la ciudad más linda del mundo según Isabel alias "Coco").
Retomando... mi plan de viaje comenzó saliendo a las 9 de la mañana hacia Barajas, con escala en Londres, luego en Chicago para finalmente arribar a la 1 am del día siguiente a Salt Lake City. Pasaje comprado por Internet, preferencia de asiento "ventana", llego a hacer el check-in, y por supuesto, en absolutamente todos mis tramos me habían ubicado en el "medio". El día de aeropuertos fue maratónico, sacándome y poniéndome las botas en cada punto de migración y mostrando que el termo que llevaba en mi mochila no contenía ningún explosivo líquido. Como agregado, la espera entre escalas era mínima, y las terminales entre los distintos vuelos obviamente situadas en extremos opuestos, intercambiando aviones con el tiempo justo. Cuando llegué a Chicago lista para correr los 500 metros con obstáculos (léase los otros pasajeros que tenían tiempo para mirar vidrieras y entorpecer mi desesperado trayecto), alcancé la puerta de embarque de mi último vuelo en el minuto preciso en que cerraba y algo llamó poderosamente mi atención: un anuncio de un imprevisto retraso de casi 2 hs. Asi que inhalé... exhalé... recuperé el aire y simplemente aguardé pacientemente que se hiciera el momento de partir.
Finalmente llegué a Salt Lake City, con mi pasaporte dentro del libro que me había acompañado durante todo el día, preparado para mostrar esperanzadoramente por última vez en el recorrido, pero sin más alcancé la salida sin que ningún oficial me detuviera y me fui a buscar mis valijas (detalle curioso, las cintas donde uno recoge el equipaje están afuera del área de arribo, es decir en medio del lobby del aeropuerto donde circula todo el público, lo cual es una clara señal de que quien lo diseñó nunca estuvo en Argentina... jeje!).
Lisandro estaba esperándome y luego de un rápido city tour por Park City, lo que sería mi hogar en los siguientes 6 meses llegamos a nuestro "apartamento" en un "condominio" ubicado en una cuesta con una muy linda vista.
Acá vivimos con Mauro y Cris, amigos de Lisandro y espero que después de presentarlos en la foto de más abajo también quieran serlo míos. ;-)

Al día siguiente, lista para ir al banco a cambiar dinero de repente tuve una sombría sensación de no recordar donde había puesto el pasaporte la noche anterior, con el formulario de mi entrada al país dentro, que me remarcaron NO PERDER bajo ningún motivo hasta mi partida en abril. Más sombrío aún fue el panorama cuando en realidad no me acordaba con seguridad de haber bajado el libro (con el pasaporte adentro, se acuerdan?) al llegar a casa. Antes de entrar en crisis... y con la ayuda del alma zen de Lisandro que mantiene la calma en las peores circunstancias y del auto alquilado que teníamos que devolver recién al mediodía, pasamos por su trabajo para avisar de mi contratiempo y ver si él podía tomarse la mañana para regresar al aeropuerto (que queda a aprox. 40 minutos de donde vivimos) y averiguar si alguien había encontrado el pasaporte y lo había devuelto. Lo esperé afuera maldiciendo hasta en idiomas desconocidos para mí, y cuando salió me dijo "quedate tranquila. Está en el aeropuerto en el sector de objetos perdidos". Fue entonces cuando la cara se me iluminó y recuperé mi espléndida sonrisa.
Pero todavía hay más... una vez que lo del pasaporte quedó para la anécdota que todos tenemos en algún viaje (en realidad yo ya vengo recopilando haber perdido un vuelo y haber olvidado mi cámara de fotos en el Louvre) esa misma tarde me presenté a completar todos mis papeles en el resort y ver cuando comenzaba. Para mi desconcierto (no olvidar que ya había padecido el infortunado evento de la mañana) me informan que comienzo el 30 de noviembre -ALTO! qué fecha era ese día? recién 14 de noviembre???!!!- y encima ellos me solicitaron que estuviera en USA no más allá del 15/11. Una ráfaga de pensamientos múltiples atravesó mi cerebro: eso significaba estar 2 semanas inactiva, en un lugar que no conocía, sin ingresos y habiendo dejado por adelantado un montón de cosas buenas que tenía en España.
Decidí que de momento eran demasiadas emociones y volví a casa a meditar. Al día siguiente fui a hablar directamente con la persona con la que había coordinado por mail los detalles de mi contratación y me dijo que había sido un error interno, que no entendía lo sucedido y se disculpó muuuuuchas veces, añadiendo que si encontraba algún otro trabajo que pudiera hacer hasta esa fecha me avisaba. Y eso sucedió exactamente 20 minutos más tarde, aún no había dejado el resort cuando me vino a buscar avisándome de un puesto para el cual necesitaban gente y que la gerente estaba viniendo a hacerme la entrevista. Uaaau!! el trabajo en cuestión era como agente de ventas, es decir atendiendo al público y vendiendo todos los productos del resort. El puesto era mejor y también la paga y ese mismo día terminé metida adentro de un aula con el resto de la gente que había comenzado el training hacía ya 2 días.
El resto puede resumirse en que me pasé las siguientes 2 semanas con días completos de training, escuchando ininterrumpidamente por 8 hs. diarias a diversas personas que explicaban diferentes temas en inglés; con la intención de abandonar todo, al punto de que a los dos días de comenzado el entrenamiento, fui a hablar con la gerente que me había entrevistado y le dije que no me sentía capacitada para el puesto porque creia que estaba limitada con el idioma y que no podría controlar diversas situaciones que pudieran presentarse, pero por más que puse mi mejor cara de pánico y tragedia, me pidiú que me quedara, que ella estaba segura que iba a hacerlo muy bien. Como tengo el si fácil... continué y así pasaron las siguientes semanas, con mi ánimo fluctuando a cada rato: super animada por la mañana y con ganas de salir corriendo de nuevo al terminar la jornada. Levantándome a las 5 o 6 de la mañana para estudiar "el manual" de procedimientos de mi puesto y esperando finalmente que comenzara la temporada y el contacto cara a cara con la gente se produjera.
Dejenme decirles que no fue tan grave como lo suponía, aún hoy siento cierta adrenalina cada vez que se acerca un cliente y probablemente algunas de las cosas que me pregunte no termine de comprenderlas, pero nada que no se puede solucionar con una amplia sonrisa y una pequeña ayudita de algún compañero.
Así han pasado ya 2 meses. El pueblo es hermoso, pequeño, cómodo y vistoso. Orientado claramente a gente con un nivel adquisitivo medio-alto, por lo que hay mucha actividad cultural, galerías de arte y joyerías. Para que se den una idea, un ticket para un adulto para los lift (o aerosillas en criollo) sale USD 77. La renta diaria de esquies, bastones y botas entre USD 45 y 55... en fin que se va una suma interesante en pasarse unos días por estos lados. El sistema de buses es gratuito (bueno, subvencionado con nuestros impuestos) con un cronograma de horarios amplio y hacia todas direcciones y la verdad es que funciona muy bien. Cerca de la calle principal tenemos una biblioteca muy linda, con internet gratuita y muchas facilidades para los extranjeros para asociarse y sacar libros, videos, dvd's.
El clima es extremadamento frío y extraño para mí, hemos llegado a tener días con temperaturas de - 20 grados. Aún estoy acostumbrandome a esto de la nieve, es hermoso el paisaje, especialmente cuando nieva, pero terriblemente incómodo para salir a la calle.
La vida es tranquila, considerando que una de las costumbres es cenar a las 19.30 hs eso les da una pauta de que no hay mucha noche alocada. Así que hemos salido un par de veces, pero hacemos mucha vida casera, mirando pelis, jugando a las cartas, dados, etc. Las fiestas (La imagen del inicio es nuestro lindo arbolito navideño) las pasé comiendo y brindando (hasta conseguimos pan dulce!) con mi "familia postiza" que pueden ver en esta foto donde estamos todos muy bonitos:
Lisandro, Walter y Carla (mas amigos!), Mauro y Cris esperando atacar el postre helado.

Es suficiente por ahora, solamente les adelanto que este domingo nos vamos a Las Vegas asi que espero entretenerlos no dentro de mucho tiempo con nuestras aventuras por esa ciudad.

Hasta pronto! Pao