Papelitos de colores... el mundo y yo!

jueves, octubre 19, 2006


Cambia todo cambia...

Eso es lo mejor que se me ocurre para identificar mis últimos y también mis futuros días. Luego de muchas idas y vueltas, detalles novelescos, corte de teléfono por impago, un centenar de respuestas telefónicas a acreedores que experimentaban diferentes estados tales como: consternación, sorpresa, enojo, desconcierto; dimisión en bloque de algunas empleadas, despido de otras, les comunico que he quedado como el último bastión en la oficina, soy la última sobreviviente, la que va a apagar la luz y cerrar la puerta... en otras palabras ¡me quedé sola! Hoy se han ido las últimas dos compañeras y el jueves próximo haré lo propio yo. Si esto fuera algún tipo de reality (cosa de la que no tenemos pruebas fehacientes pero hubo momentos donde podríamos casi haberlo aseverado) podría decirse que soy la... ¿feliz ganadora? Y así concluye esta loca etapa que fue mi trabajo administrativo en España. Hasta ahora, pagó a todos su finiquito correspondiente así que tengo cierta esperanza y certeza de que no habrá problemas respecto a este punto.

¿Si estoy preocupada? ¿Buscando como loca otro trabajo? Pues la respuesta es no. Claro, pensarán que estoy cansada y que con los otros dos trabajos puedo estar tranquila un tiempo. La respuesta es no también. Tal vez, que quiero tomarme un descanso, recorrer algo de Europa con lo que pude ahorrar y luego entonces volver y empezar de nuevo con la búsqueda de trabajo. Tampoco es eso. Que si hay una remota posibilidad de que luego de esta experiencia decida que ya es hora de pegar la vuelta y regresar a Argentina... menos aún. La razón de mi calma, acompañada porque las cosas casi se fueron dando naturalmente a favor de mis planes... es que a mediados de noviembre estaré tomando un avión que me llevará a USA.

¡¡¡Sí, no se refrieguen los ojos!!! Escribí USA, EEUU, Norteamérica, Yankilandia o como quieran decirle. ¿Y qué tiene que ver eso con mis planes cuando armé valijas este año para venirma acá? Nada en realidad. O mucho, el motivo principal tiene nombre: Lisandro. Acá es cuando uds. adelante del monitor largan un suspiro al sonido de "Aahhhh" (mientras piensan para sus adentros “que lindo es que la gente se quiera” o “¿Qué le pasó a Paola? ¡Devuelvan a la original!”) Desde hace algún tiempo existía la posibilidad de que él se fuera a trabajar a
Deer Valley (un resort de Sky ubicado en Park City (Salt Lake City) en el estado de Utah) y desde algo menos de tiempo a cada uno por su lado se nos ocurrio que tal vez yo pudiera acompañarlo en esta ocasión, de a poco fuimos llevando la idea a la realidad y finalmente me confirmaron un puesto como Basket Check Attendant (no se dejen impresionar por esas palabritas, en realidad es una consigna donde la gente deja sus petates). Falta solamente el detalle final: la visa (y ésta es más díficil de obtener que la de crédito) para entonces tener por los próximos 5 meses mi nueva morada en ese país.

Imaginen la conmoción familiar cuando se enteraron de mi decisión. Mi hermano, como la voz de mi conciencia pero exteriorizada, expuso un rápido y crítico análisis de cómo podría afectar esto mis planes, mi papá simplemente no pudo más que asentir al otro lado de la línea de teléfono y mamá ¡pobre!... creo que le dio un shock momentáneo, pero ya se está acostumbrando a esto de tener una hija que se deja llevar por los designios de la vida.

Así que querida gente, si todo va según lo previsto (aunque ya se dan cuenta que "lo previsto" para mí puede ser bastante relativo ;) ) pasaré la Navidad en un pueblito nevado, comiendo pavo y cantando jingle bell, jingle bell.

Se que algunos pensarán que de repente dejé la chaveta olvidada en algún sitio, tal vez sea así, pero estoy muy tranquila con la decisión, y eligiendo esta vez más con el corazón que con la cabeza... y definitivamente ¡no creo que eso lleve a una mala elección!

Eso es todo, acá me voy con mi librito de inglés en la mochila para todos lados y será hasta pronto... ¡tal vez desde un nuevo continente!