Una imagen vale más que mil palabras...


Lo sé, no es una frase digna de mi original locuacidad, pero hoy Narosky vino a mí con todas sus fuerzas. Este simpático volquete que pueden contratar llamando al número que allí figura, representa exactamente el estado situacional en el que me encuentro... sí, sí, como leen, lisa y llanamente como una "bo-lu-da". ¡¿Es que el Gran Jefe cree que me vine de Argentina para que se diera el lujo de estafarme?! No, no, no... ahora en lugar de pensar en juntarnos en un coro a cantar villancicos como modo de subsistencia con la gente de la oficina, estamos considerando más bien mandarle a un comando rumano para que le practique una lobotomía (¡sin anestesia!) a ver si recuerda como suele funcionar esto: empleado trabaja, jefe paga... una ecuación simple. Es que la Seguridad Social viene tras él pisándole los talones, los clientes ya han recibido notificación oficial para que paguen a ella en lugar de a la empresa, los empleados de diversos bancos me miran extrañados cuando les digo que voy a cobrar un cheque de la cuenta del GF (y eso por no ser descorteses y reírse en mi cara) y desde hace días acreedores variopintos (¡les dije que hoy estaba inspirada!) llaman contándome sus penas y deseos de cobrar, momento en el cual yo, también por cortesía, no lanzo mi carcajada al otro lado del teléfono. Señores, hoy a la mañana fui a cobrar mi sueldo de Agosto, y me quedé con las ganas... y sin los euros. Esto requiere medidas drásticas: mañana traeré un muñeco vudú y le pondremos una fotito con la cara del GJ y una a una iremos clavando finas alfileres en sus entrañas!

Peeeeeero, yo sé que Uds. quieren más. Como ávidos "blogvidentes" esperan ansiosos el capítulo de la telenovela y mis comentarios sobre mi papel como Andrea del Boca... en verdad se lo han ganado (¡para bien o para mal!) luego de tanto tiempo, merecen que me explaye sobre mis días de "noviazgo" en España (¡Uf, que fuerte que suena esa palabra... bueno no sé si es exactamente la que define mi relación con Lisandro, pero es la que mas se acerca si tengo que explicarle a alguien sobre lo nuestro, especialmente si se trata de una niña de 7 años a la que un desconocido se le aparece en la casa acompañando a su tía del alma!).
Esta vez, el príncipe no vino a caballo cruzando bosques, sino en un avión atravesando océanos... (¡musas a mí!) digamos que fueron 17 días vividos a full, no sólo por la movida emocional que significó sino por la movida física, pues la misma noche que llegó nos fuimos a un concierto de Barenboim a la luz de la luna en la Plaza Mayor y al día siguiente partimos a Barcelona. Como el lunes siguiente aquí era feriado, me tomé el viernes y el martes y nos fuimos de minivacaciones. Completamente distinta a Madrid, la arquitectura es fabulosa, es una ciudad muy vistosa y además cuenta con el detalle de la costa, si bien la única playa que conocimos fue Barceloneta que es la que está más cerca del centro y bastante sucia, tiene muchos sitios interesantes que hacen que sea un lugar obligado de visita. Recorrimos el museo Picasso, la Sagrada Familia, iglesia imponente que estiman se finalizará recién en 25 años, Parque Güell, La Pedrera y Casa Batllo, cuatro obras emblemáticas construidas por Gaudí, la fuente de aguas danzantes que está en la zona de Poble Espanyol, el barrio gótico, la Rambla... en fin que no paramos! De regreso a Madrid, y aprovechando que yo tenía vacaciones en el trabajo 2 (léase bar), y que aún estaba con horario de verano en trabajo 1, nos quedaba toda la tarde libre para estar juntos. Bueno, mi exclusividad no fue tan “exclusiva” ya que vino alguien con quien tuve que rivalizar por la atención de Li: “Sebastián de Inglaterra”, no se trata del título nobiliario de alguien de la nobleza, sino de uno de sus grandes amigos que vive actualmente en Londres y se hizo una escapada a Madrid para verlo, así que también estuvo bueno que él pudo aprovechar mientras yo trabajaba para recorrer la ciudad con Sebas. Qué puedo decirles, sobre todo sabiendo que Lisandro está leyendo esto ;) ... la situación es extraña, nuevamente él allá y yo acá, para mí fue muy fuerte su venida a España, fue muy importante el tiempo que pudimos compartir para conocernos... ¡ejem! he aquí un punto fundamental: no todo fue color de rosa, los primeros roces y discusiones no se hicieron esperar, pero también eso es parte de construir un vínculo y de aprender a adaptarse, ceder y pensarse de a dos. Quedarme acá luego de su visita fue raro, por momentos me atacó el síndrome Andrea del Boca de la lágrima fácil, pero como no hay nada mejor que concentrar las energías y la mente en algo, no tuve mejor idea que hacerlo en un trabajo 3... jejejeje!!! En realidad no sé cuanto dure, pero al menos el sábado pasado ya tuve mi primera incursión como camarera para un servicio de catering en una boda en una finca en las afueras de Madrid. ¿Que si los días acá tiene 24 hs. igual que en Argentina? pues sí, el detalle es organizarse, colgué el bar los sábados, porque esto me conviene económicamente muchísimo más, y más aún previendo lo poco estable de mi situación en trabajo 1, así que ahí vamos incursionando en un nuevo campo laboral.

Señoras y señores, no queda más de momento. Espero que esta crónica haya sido de su agrado y que al pensar en el famoso "primer mundo" recuerden el gran proverbio sefaradí: "Garcas hay en todos lados".

¡Ah! Por cierto abajo tienen la foto de una casita que estuvimos viendo con Li que nos gustaría comprarnos en España... por supuesto digna de la princesa y el príncipe protagonistas de esta historia...